1ª Evaluación

sábado, 25 de marzo de 2017

TEMA. La dictadura de Primo de Rivera


LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1931)
El régimen de la Restauración, a pesar de sus promesas regeneracionistas, fue incapaz de ensanchar su base social y solucionar los problemas del momento, sobre todo a partir de 1917, por lo que, con la irrupción cada vez más fuerte de sus opositores (republicanos, movimiento obrero, nacionalistas) y la fragmentación de los partidos dinásticos tradicionales, se fueron sucediendo las crisis y los conflictos que desembocaron en el golpe de Estado del Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, el 13 de Septiembre de 1923, golpe que fue aceptado por el monarca y parte de la opinión pública.
Dicho golpe pronto se transformó en una dictadura que fomentó el desarrollo económico y mantuvo la paz social, a cambio de suspender la Constitución, prohibir la actividad política y controlar la prensa. El intento final de establecer un Estado corporativista apoyado por un partido único, a imitación del modelo fascista, fracasó. Finalmente, terminó por producirse una crisis política que, tras acabar con Primo de Ribera (que dimite el 28 de enero de 1930), desprestigió al rey Alfonso XIII y allanó el camino a la II República, que llegaría en 1931.

1. EL GOLPE MILITAR:  JUSTIFICACIÓN Y APOYOS.

El 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera sacó las tropas a las calles de Barcelona, ocupó los principales edificios oficiales y declaró el Estado de guerra, iniciando así el golpe de Estado. En un manifiesto proclamó la suspensión de las garantías constitucionales y exigió que el poder pasara a manos militares. Alfonso XIII, tras unas horas de indecisión, dio su beneplácito al golpe y encomendó a Primo de Rivera la formación de un nuevo gobierno, integrado exclusivamente por militares.

El Golpe militar que tuvo como consecuencia el inicio de una dictadura. Fue una solución inconstitucional,  justificado por Primo de Rivera y por los sectores que lo apoyaban (la monarquía, los sectores católicos, la patronal catalana,…) como una solución ante la crisis política y la conflictividad social y, se difundió a través de un discurso con pretensiones regeneracionistas que se centraba en la crítica de la “vieja política”. Tenía un claro componente populista con el fin de atraerse la opinión popular.

Las CAUSAS por las cuales la situación debía cambiar, bajo el punto de vista de los golpistas, eran las siguientes:

o  La inestabilidad y bloqueo del sistema político parlamentario

o   gran desprestigio motivado por el fraude electoral.

o  El auge de la conflictividad obrera y campesina

o  una mayor influencia del republicanismo y del nacionalismo periférico, en especial el catalán que amenazaba la unidad de España.

o  Y el descontento del ejército tras el desastre de Annual en el conflicto de Marruecos. Existía, además, un deseo de evitar que las Cortes pudieran exigir responsabilidades al rey y los altos mandos militares por lo sucedido en Marruecos (el denominado "expediente Picasso" que investigó el desastre).

A estas razones se une además un contexto internacional  favorable a la solución dictatorial. Por un lado la revolución bolchevique en Rusia (1917) había despertado expectativas entre la clase obrera pero había generado el miedo a la expansión del comunismo entre las clases propietarias; además tras la 1ª Guerra Mundial, muchos países europeos entraron en una situación de crisis en la que las democracias liberales salieron seriamente perjudicadas y en este ambiente, se produjo el ascenso y auge de los fascismos (Italia, 1921) como respuesta a esta crisis y a la amenaza del comunismo y del movimiento obrero.

Nadie salió en apoyo del régimen liberal y el Golpe se entendió como el fin de un sistema político nacido medio siglo atrás. Predominó una clara indiferencia que denotaba el escaso entusiasmo hacia un régimen caduco y caciquil. Por el contrario tuvo el apoyo de las derechas antiliberales y de los católicos. También contó con el respaldo del nacionalismo catalán de la LLiga y con la patronal. Por el contrario los sectores más reticentes fueron los de los partidos del turno que si bien no se opusieron al golpe si manifestaron que no colaborarían con Primo. En el otro extremo los sindicatos obreros actuaron de forma tímida. Los socialistas reclamaron tranquilidad y solamente anarcosindicalistas y comunistas convocaron una huelga que apenas tuvo incidencia.

Primo de Rivera justificó el golpe militar a través de un manifiesto inaugural donde anunció su voluntad de limpiar el país de caciques, de acabar con el bandidaje político, la indisciplina social, etc. se presentó ante la prensa como un cirujano de hierro que pretendía llevar a cabo un saneamiento político y que, en 90 días, tras acabar su tarea, se retiraría de escena. Sin embargo esto no fue así y la dictadura se prolongaría mucho más tiempo  del anunciado.

2. ETAPAS DE LA DICTADURA.

La dictadura militar duró 7 años en los que se puede diferenciar un Directorio Militar, de 1923 a 1925 con gabinetes integrados por ministros exclusivamente militares, y un Directorio Civil entre 1925 y 1930 con presencia de ministros civiles y la intención de institucionalizar el nuevo régimen.

El Directorio militar (1923-1925)

·   Las primeras medidas políticas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial: 1. La suspensión del régimen constitucional, 2. La disolución de las cámaras legislativas, 3. cese de las actividades civiles, 4. prohibición de las actividades de los partidos políticos y de los sindicatos, etc. todo ello acompañado por la militarización del orden público y la dura represión del obrerismo más radical (comunistas y cenetistas)

La eliminación del caciquismo fue una de las intenciones más propagandísticas del dictador, que elaboró un Estatuto Municipal y otro Provincial. Además, fueron disueltos los Ayuntamientos, sustituidos por juntas de vocales (mayores contribuyentes de la localidad) nombradas por los gobernadores civiles. La regeneración que habían perseguido y prometido quedó reducida a una farsa; los mecanismos electorales se suspendieron y la renovación política consistió únicamente en la sustitución de unos caciques por otros.

Pero quizá uno de los problemas que centró el interés de Primo de Rivera desde el comienzo de la dictadura fue solucionar el conflicto de Marruecos. Él mismo asumió el alto Comisionado de Marruecos en 1924 y organizó, en colaboración con Francia el desembarco de Alhucemas (1925) que se saldó con un gran éxito militar. Finalmente, Abd el- Krim (jefe de los insurrectos del Rif) se rindió entregándose a los franceses. En 1927 se culmina la ocupación española del protectorado de Marruecos.


El Directorio civil (1926-1930)


En este periodo se intentó institucionalizar el régimen para que éste perdurase en el tiempo :

La influencia y modelo del fascismo italiano fue el camino hacia un régimen autoritario que comenzó con la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva (1927), de carácter corporativo, pues sus miembros no serían elegidos por sufragio sino por designación entre los ciudadanos que pertenecían a as grandes instituciones públicas (universidades, administraciones, patronales,etc).

Se creó un partido único, que se llamó Unión Patriótica (1924). Era un partido sin un programa ideológico definido y cuya misión era proporcionar apoyo social a la dictadura y seguir las pautas del poder. Sus afiliados procedían de los funcionarios de la administración, del catolicismo y de los caciques rurales.

También se reactivó el SOMATÉN (ciudadanos armados voluntarios) para mantener el orden público


3. LA POLÍTICA ECONÓMICA Y SOCIAL DE LA DICTADURA.

En esa época, la Dictadura centró su propaganda en sus logros económicos y éstos, junto con la solución dada al problema de Marruecos, constituyeron su aspecto más positivo. Sin embargo, la dictadura de Primo de Rivera se vio beneficiada por una situación de auge económico a nivel internacional (“los felices 20”) que no había contribuido a crear.

La política económica de Primo estuvo siempre estrechamente marcada por un nacionalismo económico de corte regeneracionista. Ejemplo de ello fueron las Confederaciones Hidrográficas. La creación de estas Confederaciones estaba destinada al aprovechamiento integral (energético, de riegos y de transporte) de las cuencas de los ríos. Se puso en marcha la Confederación Hidrográfica del Ebro gracias a la cual mejoraron 100000 Ha. de riego y se crearon 70000 nuevas. A partir de 1927 las Confederaciones se extendieron por el resto del territorio nacional. Este nacionalismo económico se demuestra también en la creación de monopolios (de Petróleos CAMPSA -1927; la Compañía Telefónica Nacional de España, si bien la principal accionista de dicha empresa sería la ITT norteamericana).

Un rasgo característico de la política económica de la Dictadura fue el intervencionismo del Estado. Éste, tuvo un protagonismo notable gracias al fomento de las obras públicas. Se construyeron unos 2800 Km. de carreteras. Parece que esto se hizo para atraer al turismo y se hizo gran propaganda en el exterior, sobre todo en Gran Bretaña. Tanto el automóvil como el turismo aparecieron en España como fenómeno social de modernización. Con los ferrocarriles, la Dictadura inició igualmente el camino del intervencionismo.

La tendencia a la autarquía y al proteccionismo también fue una tendencia de la economía nacional a la que Primo dio alas y trató de llevar a la práctica de manera directa.

El Consejo de Economía Nacional creado en 1924, del que dependía el Comité regulador de la producción industrial, debía conceder los permisos para que pudiera instalarse cualquier industria. Esa estructura consultiva favoreció el proteccionismo frente al exterior y la restricción de la competencia. Estas medidas formaron parte del intento de combatir la crisis económica heredada de la I Guerra mundial. La protección arancelaria era ya muy fuerte después del arancel de Cambó en 1922 y no fue necesario aumentarla. El Consejo de Economía Nacional recomendaba un proteccionismo integral pero eso hubiera supuesto represalias en los productos que España necesitaba.

El comercio tuvo su aspecto más negativo en las importaciones abundantes de materiales para obras públicas; las exportaciones de productos alimentarios aumentaban pero disminuían las de minerales.

Desde el punto de vista de la Hacienda pública no se produjo ninguna reforma fiscal. Calvo Sotelo, como Mº de Hacienda enunció un plan de altos vuelos que suponía convertir los impuestos del producto en impuestos sobre la renta. Sin embargo, su labor debió limitarse a tan sólo un leve retoque sin que los principales problemas fueran tocados a fondo. Su propuesta chocó con la oposición de los sectores conservadores que les apoyaban. En suma, la expansión industrial y económica de estos años se hizo a costa de un fuerte endeudamiento público.

A corto plazo, el efecto de la política económica de Primo fue muy bueno en la producción industrial. El gran beneficiario del desarrollo fue sin duda el sector empresarial de la sociedad española. Pero al final de la década eran patentes algunas limitaciones. El déficit presupuestario podía enmascararse, pero el desequilibrio de la balanza de pagos tuvo una consecuencia muy negativa, al aumentar las importaciones. En 1929, la Deuda Pública era siete veces mayor que en 1924, lo cual sería un lastre muy pesado para la joven II República (a partir de 1931), que además tuvo que enfrentarse a la coyuntura de crisis económica más grave de la historia del capitalismo internacional hasta la fecha: la crisis del 29.

Política social

Primo de Rivera nunca pretendió una transformación social. Las fuerzas patronales mostraron desde el primer momento su satisfacción por el golpe de Estado. Al mismo tiempo, Primo prometió a los sectores obreros una actitud de paternal intervención. En 1924 se creó el Consejo Nacional de Trabajo, Comercio e Industria; poco después el Instituto de Reformas Sociales que impulsó una legislación social, así como la inspección de las condiciones de trabajo y quedó integrado en la estructura administrativa del Mº de Trabajo. Ese año se creó también el Tesoro del Emigrante y la Dirección general de Emigración; se aprobó el subsidio de familias numerosas y el seguro de maternidad.

Pero lo más ambicioso de su obra social y lo más criticado también fue su pretensión de implantar una organización corporativa, pretendiendo eliminar los conflictos sociales mediante la intervención del Estado, la integración de los sectores más moderados del movimiento obrero y la represión de los sectores más radicales. Esta política se consideró como una imitación de la legislación corporativa del fascismo italiano.

Con este objetivo se creó La Organización Corporativa Nacional que regulaba las relaciones laborales, creando los comités paritarios que estaban integrados por una representación igual de patronos y obreros. Su misión era reglamentar los salarios, las condiciones de trabajo y mediar en posibles conflictos. La UGT participó en estos comités durante toda la Dictadura, mientras que la CNT fue perseguida y pasó a la clandestinidad.

Se puede decir que esta organización corporativa contribuyó en parte a la paz social de la época dictatorial. Es cierto que el número de huelgas se redujo considerablemente, pero  en este sentido habría que añadir además otras razones:

-      La favorable coyuntura económica que dio estabilidad en el empleo e hizo desaparecer las tensiones.

-      La represión y persecución de los elementos más radicales del obrerismo (anarquistas y comunistas).


4.  LA OPOSICIÓN Y EL FIN DE LA DICTADURA.

·      El Régimen dictatorial de Primo de Rivera había recibido el apoyo de la oligarquía de terratenientes e industriales, el ejército, la Iglesia, gran parte de las clases medias y también parte del mundo obrero (los socialistas no ofrecieron especialmente resistencia e incluso colaborarán con el régimen). La oposición a la dictadura estuvo integrada por algunos líderes de los partidos dinásticos, los republicanos, los nacionalistas, los comunistas, los anarquistas, determinados sectores del ejército y la casi totalidad de los intelectuales y universitarios.

·      En cuanto al mundo estudiantil, la dictadura pretendió controlarlos mediante la censura llegando incluso a cerrar las universidades, lo que derivó en protestas (protagonizadas por figuras como Unamuno y Ortega y Gasset), y en el origen de un gran sindicato opositor, la Federación Universitaria Española.

·      Los republicanos organizaron la Alianza Republicana y desarrollaron una gran campaña propagandística en el exterior. En Cataluña, las medidas represivas y anticatalanistas que Primo de Rivera tomó supusieron un profundo distanciamiento.

·      El movimiento obrero sufrió una dura represión, en especial el anarquismo, cuyo principal sindicato, la CNT, fue ilegalizado y desarticulado. El sector más radical y violento fundó en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Los socialistas, por su parte, oscilaron entre la repulsa y el posibilismo, sin embargo, el PSOE cambió su posición hacia 1929, cuando rechazó abiertamente los intentos del régimen por perpetuarse en el poder y se pronunció a favor de la república. Era también el momento en el que los problemas económicos empeoraron enormemente tras el crash de la bolsa de Nueva York, que hicieron que el descontento social aumentase, dando lugar a nuevos movimientos huelguísticos que acrecentaron la oposición a la dictadura.


 La caída de Primo de Rivera.

·      La oposición a la dictadura se intensificó a partir de 1925, cuando Primo de Rivera quiso institucionalizar el régimen. El clamor contra el dictador obligó al rey a retirarle su apoyo con el fin de evitar el hundimiento de la monarquía. El 28 de enero de 1930, el general Primo de Rivera presentó su renuncia ante Alfonso XIII. El monarca nombró un gobierno provisional, presidido por el general Dámaso Berenguer, conocido como la "dictablanda". Alfonso XIII pretendía volver al sistema turnista de la Restauración, recuperar la Constitución de 1876 y convocar elecciones.

·      La oposición se organizó y juramentó contra la monarquía en el Pacto de San Sebastián (agosto 1930). En diciembre, un pronunciamiento en Jaca a favor de la república se saldó con la detención y fusilamiento de los capitanes Galán y García Hernández, instigadores de la revuelta.

·      En febrero de 1931 se formó el último gobierno de la Restauración, presidido por el almirante Aznar. El gabinete presentó un programa basado en la convocatoria de elecciones, primero municipales y luego a Cortes constituyentes. Las elecciones municipales del 12 de abril se presentaron como un plebiscito sobre la monarquía, de manera que el triunfo de las candidaturas republicanas y socialistas en las principales ciudades y capitales de provincia se interpretó como un no a la institución real. Alfonso XIII así lo entendió y abandonó España, a la vez que se proclamaba la Segunda República el 14 de abril de 1931.





               





















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