1ª Evaluación

viernes, 28 de abril de 2017

TÉRMINOS (Historia Moderna)



LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA (1478-1834)
                     
La Inquisición romana o medieval fue un tribunal eclesiástico encargado de la persecución de la herejía creada en 1233 por el papa Gregorio IX. La Inquisición española que se instauró en Castilla en 1478 y en la Corona de Aragón en 1483, iba a ser la que denominamos como Inquisición Española o Tribunal del Santo Oficio y se diferenció de la anterior por su relación con el poder político, por la estatalización de la represión religiosa y por su larga duración.
La tolerancia y coexistencia pacífica entre las tres religiones (judía, cristiana y musulmana) se rompió durante los S. XIV y XV, sobre todo con los judíos. El enrarecimiento de la situación iba en aumento y los Reyes Católicos consideraron la medida de expulsión o conversión en 1492. El tribunal del Santo Oficio tuvo como fin la vigilancia de la ortodoxia y la sinceridad de la conversión al cristianismo de los judeoconversos o marranos. La organización de la institución estaba totalmente jerarquizada y centralizada, a la cabeza se encontraba El Consejo de la Santa y Suprema Inquisición al frente del cual estaba el Inquisidor General, que dirigía y coordinaba una serie de tribunales provinciales. En los primeros tiempos de su fundación se dedicó a perseguir a los judaizantes, también se dirigió contra las manifestaciones de brujería. En el S. XVI, los protestantes y cualquier disidencia heterodoxa, durante el S. XVII, la Inquisición adquiere un papel de control social, de vigilancia de las costumbres y de la moralidad de la sociedad. Durante el S. XVIII, ya muy decadente, su actividad se dirigió contra la recién nacida masonería y a impedir la propaganda de los revolucionarios franceses. Fue abolida definitivamente en 1834.

EL FIN DE LA HEGEMONÍA HISPÁNICA. LA PAZ DE WESTFALIA.

Durante los reinados de Carlos I y de Felipe II quedó firmemente asentada la hegemonía de España en Europa y el Mediterráneo. El reinado de Felipe III transcurre en calma, pero en el de Felipe IV el declive en Europa será un hecho. En el interior hubo de hacer frente a las rebeliones de Cataluña y Portugal. En el exterior, los fracasos de la Guerra de los Treinta años, que la Paz de Westfalia pone fin (1618-1648) y con ella a las guerras de religión que habían asolado Europa desde 1517. Los motivos del conflicto fueron de índole religiosa: catolicismo frente a protestantismo y político: el enfrentamiento entre la monarquía francesa y sus aliados contra el poder de la casa de Austria, en sus dos ramas, la alemana y la española. Francia contó con el apoyo de las potencias protestantes como Alemania, Holanda, Dinamarca y Suecia. Westfalia significó la derroto de los Austrias y su idea de Europa como un estado cristiano, la desintegración política del Imperio alemán, la consagración del principio de libertad religiosa y del equilibrio europeo en las relaciones internacionales. Se consagraba un nuevo orden en Europa en el que Francia adquiría una clara preponderancia.
España excluida de los acuerdos de esta paz tuvo que firmar con Holanda la Paz de Münster (1648) por la que se reconocía lo que ya era un hecho desde hacía años: la independencia de dicho territorio. España continúo la guerra contra Francia hasta la Paz de los Pirineos (1659) que acabará con la entrega a Francia de Rosellón, Cerdaña y varias plazas de los Países Bajos y la aceptación de la superioridad francesa. España perdía la hegemonía europea, a favor de Francia.

LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA. FIN DEL FORALISMO.

La muerte de Carlos II (1-XI-1700) sin descendencia dio lugar a la Guerra de Sucesión (1701-1714) por la que se disputaban la Corona española el archiduque Carlos de Austria y el príncipe francés Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, el monarca más poderoso de Europa en ese momento. Carlos II había elegido como heredero a Felipe un poco antes de morir, pero ante la prepotencia mostrada por el monarca francés, el rey Sol, se constituyó en Europa una gran alianza, que defendía la candidatura al trono de España del archiduque. Fue una guerra de todos contra Francia. La dimensión civil de la contienda dividió España entre los que apoyaban al francés, Castilla, y los que lo hacían al austriaco, la Corona de Aragón. La razón del apoyo de la Corona de Aragón al archiduque se debió a que consideraban que respetaría los fueros, mientras que lo tradición centralista de Francia podría no respetarlos.
La nueva dinastía Borbón siguiendo su tradicional política centralista y uniformadora realizó una nueva reorganización del estado: la abolición de los fueros de la Corona de Aragón mediante los denominados Decretos de Nueva Planta. Estos decretos se impusieron en 1707 en Aragón y Valencia, en 1715 en Baleares y en 1716 en Cataluña. Con ellos se desmantelaban las instituciones propias de la Corona de Aragón. Sólo vascos y navarros mantuvieron sus instituciones como premio a la fidelidad a Felipe V durante la guerra.
 Las nuevas leyes que se introducían suprimían los Consejos y Cortes territoriales, se pasaba de la denominación de reinos a provincias, se sustituyó al virrey por un capitán general, se imponía un nuevo sistema tributario y se prohibía el uso de las lenguas propias en asuntos oficiales. De este modo todo el territorio de la monarquía quedaba sometido a la administración central. Se conservó el derecho civil en Aragón y Cataluña y se mantuvieron las lenguas propias a nivel privado.

LA ILUSTRACIÓN
                 
Movimiento intelectual e ideológico surgido en la Europa del siglo XVIII, basado en el racionalismo (confianza en el poder de la razón), en el utilitarismo, en la defensa de la educación y en la difusión de los conocimientos científicos, así como del progreso técnico. Los ilustrados eran reformistas, afirmaban la tolerancia religiosa, defendían la libertad de pensamiento y de expresión, se oponían al mantenimiento de los privilegios, criticaban el poder clerical, censuraban la excesiva influencia política y educativa de la Iglesia, rechazaban las supersticiones y denunciaban los prejuicios tradicionales.
La introducción de las ideas ilustradas en España fue lenta y tardía, sin duda por la falta de una pujante burguesía y la resistencia de sectores eclesiásticos y aristocráticos. Los ilustrados españoles fueron una minoría, que participó de las inquietudes europeas, oponiendo la razón a la tradición. Lo peculiar fue en intentar compatibilizar la crítica y la razón, por un lado, con la tradición cristiana, por otro. Esta minoría de ¡lustrados (Feijoo, Campomanes, Jovellanos, Mayans, Aranda, Olavide, Floridablarica...), analizaron la problemática de la nación y propusieron reformas con el objetivo de superar: las supersticiones de la cultura popular, alimentada con mitos y leyendas, el desprestigio de las actividades artesanales y mercantiles, la debilidad de la agricultura, la mala distribución de la tierra y los privilegios de la Mesta, el desinterés por la ciencia y la técnica y los abusivos privilegios de la Iglesia y de la nobleza y su resistencia a los cambios. Constituiría la base intelectual de las reformas llevadas a cabo por los primeros Borbones, en especial por Carlos III.
 Para mejorar la situación plantearía:
• El empleo de la razón y la crítica, rechazando lo pernicioso e inútil (determinados espectáculos públicos, ciertas prácticas religiosas...)
. El fomento de la economía nacional (agricultura, industria y comercio)
• El desarrollo del conocimiento científico y de la educación
La política reformista española actuó en dos frentes: La política eclesiástica y la económica. En cuanto a la primera, Carlos III dio un impulso al regalismo regio, que suponía la supremacía real sobre la Iglesia, esta política culminaría con la expulsión de la Compañía de Jesús (1767) y el intento de controlar a la Inquisición. Y en cuanto a la política económica y el atraso económico español, por vez primera se intenta una reforma agraria, que al afectar a los intereses de los privilegiados apenas tendrá resultados, a pesar de ellos se colonizaron zonas despobladas (Sierra Morena), intento de aumentar el número de pequeños campesinos, supresión de los privilegios de la Mesta y realización de obras hidráulicas (Canal Imperial de Aragón): en el comercio exterior se dio apoyo a las compañías comerciales, se decretó el libre comercio con América (1778), y se practicó el proteccionismo con la artesanía, creándose manufacturas reales.
Entre las preocupaciones de los ilustrados está la educación, pues sólo la cultura podía sacar al país del atraso. En este terreno se enfrentaron a la Iglesia, que controlaba la educación, y defendieron la necesidad de una enseñanza útil y práctica, abierta a las nuevas ciencias y a las novedades del extranjero. Para fomentar el desarrollo científico y educativo se favoreció la creación de Academias, instituciones de enseñanza superior, Sociedades Económicas de Amigos del país y los consulados. A pesar de estos intentos, las reformas apenas afectaron a la sociedad, que no modificó su estructura, a pesar de la publicación de la real cédula del 18 de marzo de 1783, que declarará a todos los oficios honestos y honrados y compatibles con la nobleza, lo que supondría un primer paso para el cambio de mentalidad.
La Historiografía conservadora ha visto a la Ilustración como la importadora de todos los males de España. Actualmente, se considera que en el s. XVIII se echaron los cimientos de la modernización del país y sentará las bases para la aparición del pensamiento liberal que triunfará en el siglo XIX.
 
CARACTERÍSTICAS DEL ANTIGUO RÉGIMEN

La expresión Antiguo Régimen designa al periodo de la historia anterior a la Revolución Francesa, a las revoluciones liberales y ala industrialización. Es el periodo comprendido entre finales del S. XV y finales del S. XVIII. En España, durante este periodo se suceden dos dinastías: Los Austrias y los Borbones y es la época en la que España desempeñó un papel fundamental en la historia europea.
Desde el punto de vista político se produce el nacimiento de la monarquía autoritaria y su evolución hacia la absoluta, la primera representada por los Austrias y la segunda por los Borbones. Dicha monarquía absoluta se encuentra mediatizada por la fuerte presencia de la Iglesia en la vida pública (regulación del matrimonio, importancia de la jurisdicción eclesiástica, diezmos, primicias...) y la existencia de instituciones
representativas de los distintos estamentos (Cortes)
La economía es fundamentalmente agraria, con gran presencia de la nobleza y la Iglesia como propietarios. Además, los patrimonios de la nobleza están vinculados, no pueden venderse (mayorazgos), lo que dificulto el acceso a la tierra de los campesinos. Un buena parte d e los campesinos vivían en señoríos, sometidos a la jurisdicción de los señores y debiendo abanar los correspondientes tributos por el uso de la tierra. La industria es artesanal y el comercio tiene serios obstáculos debido a la lentitud y carestía de los medios de transporte.
Desde el punto de vista social el Antiguo Régimen se caracteriza por ser una sociedad estamental, es decir, una sociedad caracterizada por la desigualdad refrendada por la ley. La sociedad se divide en tres estamentos: nobleza, clero y estado llano. Lo nobleza es la poseedora de los grandes latifundios y tiene reservados para sus miembros los altos cargos militares y diplomáticos, no paga impuestos y es la máxima exponente del prestigio social. EJ clero lo componían todos los que se dedicaban a la vida religiosa. Eran también poseedores de grandes riquezas, sobre todo de propiedades territoriales. Entre sus actividades se encontraba la enseñanza y la asistencia social. Ejercían un gran poder ideológico sobre la sociedad. Los no privilegiados eran un grupo muy heterogéneo sobre el que recaía la gran carga impositiva de la presión fiscal. Se puede dividir en dos grandes grupos las clases urbanas y los campesinos.
 Su fin llegó con la irrupción de liberalismo y el triunfo del capitalismo.



 

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